A un año de estar viviendo en Antofagasta (Chile), Claudia León, estudiante del Magíster en Ciencias Sociales y Comunicación estratégica, escribió un texto sobre su experiencia como inmigrante, también, nos compartió una galería de fotos.
Por: Claudia León
En los caminos de este puerto suelo buscar vestigios de líneas y rincones que me ayuden a recordar la ciudad de la cual vengo.
En estas calles, que limitan entre el mar y enormes cerros, se respira polvo negro, aire helado y aire hirviendo.
A mi parecer, el mar es un mensajero. Los cerros, un lejano recuerdo. Encuentro aquí situaciones inexplicables. Misterios inagotables. Pájaros a blanco y negro. Gatos y perros como fieles compañeros.
Encuentro costumbres desconocidas y, al mismo tiempo, los colores y el aroma de mujeres y hombres que refrescan las raíces y reafirman las decisiones de haber emprendido este viaje adentro.
Encuentro abismos, casas sin dueños y tierras tomadas con legítimo derecho. A un año de mi estancia en el desierto. No me cuesta hallarme lejos.