No hay trampa más peligrosa que creer que tenemos acceso a todos los derechos y que, aunque estos tarden en llegar o no lleguen en cantidades iguales, debemos sentirnos satisfechas.
She is beautiful when she’s angry es un documental que está en Netflix y que narra la historia de cómo nació el Women’s liberation movement a finales de los años 60’s en Estados Unidos. Viendo este video se vinieron a mi cabeza muchas respuestas a preguntas que cuando hablamos de feminismo siempre son formuladas.
En el documental aparecen escritorias, madres de familia, activistas, que no se conformaron con la idea de solo poder votar sino que sintieron la necesidad de hablar de derechos sexuales y de pago igualitario. Tampoco se dejaron convencer de que la “liberación”, proclamada por el movimiento Hippie era suficiente.
“Teníamos la libertad de tener sexo pero si quedabas embarazada no podías elegir si querías tener el bebé o no, y la responsabilidad de la crianza era de la mujer¨, dice una de las protagonistas del documental.
Todas unidas hablaron en esa época de temas que hoy en día todavía escandalizan al mundo, incluso, lograron crear un equipo llamado El Colectivo Jane, que asesoraba a mujeres sobre abortos seguros en una época donde esto era ilegal. Es inspirador.
A lo largo del reportaje uno entiende que el objetivo no es solo hacer una reseña histórica sino recordarnos que los problemas permanecen.
Hoy en día, aunque tengamos más acceso a ciertos espacios, vivimos en desigualdades enormes. Vivimos peleando por lo mismo que las feministas de esos años peleaban. Que no nos griten cosas en la calle, que no nos echen la culpa de las violaciones y que nos ganemos en los trabajos igual.
El acceso no garantiza el derecho y el hecho de ver a más mujeres en las oficinas no quiere decir que no están siendo acosadas o tomadas en cuenta. Como el hecho de que las mujeres se gradúen y tenga los mismos títulos que un hombre no garantiza que tengan el mismo salario.
Recordemos que, según cifras de las Naciones Unidas, la brecha salarial global entre hombres y mujeres es del 23%.
Al gran problema que nos seguimos enfrentando es al que la lucha por la igualdad de género siga siendo tratada como un “asunto de mujeres” y por eso merece menor importancia y atención.
Las feministas como las del Women’s liberation movement se jugaron su vida y libertad por el acceso a los derechos que hoy tenemos. Ellas nos abrieron puertas y nosotras tenemos que abrir las ventanas para que no sigan muriendo mujeres por el hecho de serlo, para que podamos elegir ser madres o no, para que tengamos las mismas oportunidades.
Ahora más que nunca, cuando el mundo parece retroceder y los misóginos siguen rotándose el poder es cuando menos calmadas debemos estar. Tenemos más canales de información y mejores maneras de conocer sobre derechos.
En una escena del documental, varias de las mujeres queman sus cartones de grado en protesta a que nunca en su carrera les hablaron de las mujeres en la historia. Salían a la vida laboral sin conocer ningún antecedente sobre las mujeres en el ámbito profesional y eso las enfuereció.
Ellas vivieron en constante indignación, la misma que nos da a muchas cuando vemos que a una mujer le pegan o que en su casa le prefieren pagar la carrera al hermano y no a ella.
Hace algún tiempo un amigo me decía que debía estar “agradecida” por no haber nacido en el mundo de antes o en el Medio oriente. Que yo tenía más derechos. Claramente tengo más oportunidades que muchas mujeres en el mundo pero eso no es suficiente ni para mi, ni para ninguna.
No nos calmemos. Vistámonos de furia, sigamos enojadas. Nos falta mucho.
Si quieren conocer más del documental, La información sobre la producción y la biografía sobre las protagonistas feministas está en esta página http://www.shesbeautifulwhenshesangry.com